Estadística electoral: Votación efectiva promedio y fuerza del partido

abril 20, 2020
abril 20, 2020 Carlos Lorenzana

El estudio y análisis de las estadísticas electorales buscan reducir el número de electores en que se debe concentrar la campaña. Se trata de definir blancos estratégicos en subdivisiones donde el impacto del discurso será mayor, reduciendo de esta manera el gasto de recursos.

En conjunto con la cartografía electoral, podemos establecer demarcaciones territoriales de gran importancia para la campaña electoral y que pueden por consiguiente ser determinantes para la estrategia comunicativa a seguir. Ahondaremos más sobre este tema en la última parte de esta serie de cuatro artículos sobre la estadística y cartografía electoral.

El análisis de distribución del número de electores por divisiones territoriales, tiene como objetivo determinar el potencial de cada una de estas. Podemos hablar de divisiones territoriales en diferentes niveles, para el caso de México podemos realizar análisis a nivel estatal, distrital, municipal y seccional, cada una implicando cierta complejidad a la hora de manipular y esquematizar la información.

La votación partidista promedio, son los votos obtenidos por un partido en un espacio territorial durante un número de elecciones determinado. Esta categoría nos ayuda a predecir el voto en condiciones normales, es decir, apela a una condición intrínseca del elector, la identificación partidista, ya que esta se considera una fuerza poco variable y constante. En términos coloquiales esta categoría es conocida como “voto duro”.

Junto con la Fuerza del partido, son las categorías más confiables para reconocer esta identificación partidista en un espacio geográfico y de tiempo determinado, la fuerza del partido es el promedio de las proporciones de votación obtenidas por un partido político en comparación con el total de los obtenidos por los demás partidos participantes en la elección. Como resultado obtenemos una clasificación de mayor a menor importancia para el partido o por el contrario las zonas débiles de los contrincantes.

Las clasificaciones resultantes y combinadas con la votación partidista promedio nos pueden orientar por las zonas territoriales seguras, competitivas, débiles u oscilantes para cada partido. Como ya se mencionó unos párrafos arriba dependiendo del nivel o escala en la que se realice el estudio la complejidad y los resultados pueden ser mayores, un análisis a nivel seccional puede ser de mayor profundidad y beneficio para la campaña electoral.

En la siguiente entrada de este blog hablaremos sobre dos categorías más que ayudan en el estudio y análisis de la estadística electoral: Volatibilidad y abstencionismo electoral.

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